El año que Fermín nunca olvidará

Hay temporadas que marcan una carrera y, en el caso de Fermín López, 2025, como año natural, será recordado como el de su explosión definitiva. El centrocampista andaluz pasó de ser un futbolista importante que sacaba la cabeza en la primera plantilla blaugrana, cuyo talento estaba fuera de toda duda, a convertirse en una pieza tan consolidada e importante en el primer equipo del FC Barcelona como codiciada entre los grandes de Europa. 2025 no solo le ha servido a Fermín López para ganarse la confianza del vestuario y de Hansi Flick, que encontró en él un perfil insustituible, sino también el respeto del mundo del fútbol.
Todo arrancó antes
El crecimiento de Fermín no fue casual. El 31 de octubre de 2024, el Barça blindó al jugador con una renovación hasta 2029, una firma clave que le aportó estabilidad contractual y tranquilidad mental. Con el futuro asegurado, este futbolista nacido en El Campillo que llegó con trece años a La Masia dio un paso al frente y respondió sobre el césped. Esa renovación fue el punto de partida de un 2025 de madurez competitiva y personal.
En el año natural 2025, sumando la segunda mitad de la temporada 2024-25 y el inicio de la 2025-26, Fermín disputó 47 partidos oficiales en los que marcó catorce goles y dio doce asistencias, firmando registros ofensivos propios de un centrocampista diferencial, de esos que ganan partidos no solo ejerciendo su labor de contención, sino siendo vital a nivel realizador tanto de forma directa como indirecta. Y haciéndolo, además, en todas las competiciones.
La reconstrucción es él
Más allá de los números, su impacto se reflejó en el peso competitivo del equipo. Cada vez más titular, con presencia constante en partidos grandes y capacidad para aparecer en momentos decisivos, Fermín cerró el año levantando tres títulos colectivos, consolidándose como el futbolista que mejor ejemplifica la reconstrucción del equipo de la que hablaba Xavi en su momento, su gran valedor.
Para Flick también, el de El Campillo se convirtió en un comodín táctico de altísimo nivel: interior, mediapunta o extremo, siempre con intensidad, llegada y lectura. Su capacidad para romper líneas y su hambre competitiva le han permitido ganar jerarquía.
A sus 22 años, Fermín López no ha tocado techo. 2025 ha sido el año en el que dejó de ser una promesa para convertirse en absoluta realidad. El Barça tiene futbolista para el presente y, lo más importante, para el futuro.